IAN BREAKWELL
LA VIDA ES DEMASIADO CORTA.


 Vine sin ninguna expectativa a ver la exposición antológica de Ian Breakwell en el De La Warr Pavillion de Bexhill-On-Sea. Era uno de esos días de invierno en los que todo el mundo esta trabajando, el clima es horrible y no me atrevo a irme con la bici por ahí y tampoco me apetece quedarme en casa. Así que lo que hago de vez en cuando es coger un tren e irme a alguno de los pueblos de los alrededores, a dar una vuelta y refugiarme en algún museo. El pabellon De la Warr no es exactamente un museo, seria lo que se llama ahora edificio multidisciplinar. Es un edificio de estética modernista, curvado, sugerente y acogedor, lleno de ventanales que abrazan toda la luz posible que estos cielos grises permiten; y consta de sala de conciertos, cafetería, y un par de salas de exposiciones. “Keep things as they are”, la exposición antología de Ian Breakwell, es la mas completa exhibición de obras del artista y ocupaba ambas salas del edificio.

Ian Breakwell se definía a si mismo como diarista, y aunque su obra abarca todo tipo de disciplinas (pintura, fotografía, collage, instalaciones, narrativa...), sus diarios fueron los que le otorgaron mayor notoriedad y que llevo a cabo hasta sus últimos días, antes de morir de cáncer en 2004. Sus diarios ocupan gran parte de la sala principal, agrupados en grandes murales, formados por una combinación de textos y collages fotográficos. Resultaban interesantes visualmente, agrupados de manera conjunta y con las paginas formando murales, pero era difícil de leer de esa forma y juzgados simplemente como collages, tenían un aire de arte pop, quizá un poco anticuado. 

Sin embargo “BC/AD” (“Before Cancer/After Diagnosis”, antes del cáncer/después de la diagnosis) me impresionó. Esta fue su ultima obra importante antes de morir y lleva su condición de diarista hasta las ultimas consecuencias. La idea es bastante simple: en una habitación a oscuras vemos proyectados primeros planos de la cara del artista desde su infancia hasta sus últimos días; las fotografías se van superponiendo, mezclándose una con la otra. Mientras vemos estos primeros planos de Ian Breakwell, creciendo en las fotos, y yendo hacia una conclusión, inesperada para el en el momento que esas fotos fueron tomadas, escuchamos al propio artista narrando su día a día. Desde los primeros síntomas de la enfermedad, escuchamos en silencio y a oscuras como la respiración se le hace cada vez más débil y difícil, narrando como la enfermedad se va apoderando de todo, sin perder la ironía y con toques de humor, y lleno de momentos de belleza y dignidad. Paulatinamente se hace muy difícil de escuchar, especialmente en los últimos minutos de la narración, en las que los días se repiten, llenos de aburrimiento, del lento ritmo de la enfermedad, de la muerte llamando a la puerta. Tal vez uno de los momentos más sobrecogedores es cuando le escuchamos contarnos, con un débil hilo de voz y una respiración rota, la muerte de su gato que anuncia, como una profecía, lo irreversible. La hora de duración de la proyección ayuda a crear esa atmósfera agónica de una enfermedad terminal, en la que al final solo deseamos por el bien de todos, que acabe el sufrimiento. Quizá se podría acusar al artista de convertir su enfermedad en una especie de exhibicionismo morboso. Pero aunque como ya he dicho, la ultima parte de la narración resulta muy difícil de escuchar, creo que hay un mensaje positivo en esta obra. Tanto en los momentos de belleza y humor, que Ian Breakwell sabe ver en las pequeñas cosas incluso en una situación como la suya, como en la sensación que provoca a quien contempla “BC/AD”. Que sale de vuelta a la realidad lleno de amor por la vida, apreciando cada momento y cada gota de salud, como si pudiera ser el último, apreciando lo que tenemos sin dar nada por sentado. Otro detalle brillante de la instalación es que justo a la entrada podemos leer el poema de BreakwellFifty things worth getting up for”. Leído sin ningún tipo de referencia segun se entra resulta curioso, bonito, pero a la salida, después de haberlo escuchado en el hilo voz del propio autor, luchando con la enfermedad, adquiere una belleza casi mística, existencial.


50 RAZONES PARA SALIR DE LA CAMA
por Ian Breakwell.

Cuando me despierto estoy tumbado y pienso lo que George Brecht me dijo una vez, que nada se gana necesariamente saliendo de la cama. Así que decido que si de manera espontanea puedo nombrar cincuenta cosas por las que merezca la pena levantarse, entonces lo haré. Aquí va:

El cielo azul con estelas de vapor tornándose doradas por la puesta del sol.
Una tela de araña iluminada por detrás en la ventana de la cocina.
Un poste luminoso a media noche en una calle desierta.
El solo de Lionel Hampton en Stardust.
Una Guinness recien puesta, reposando en el bar.
Una mariposa blanca sobre una buddleia purpura.
Mi gata ronrroneando contra mi oído, su respiración en mi cuello.
Mi gata completamente estirada iluminada por el sol.
Un huevo pochado en una tostada de pan de soda
El solo de Clifford Brown en “September Song” de Sarah Vaughan.
El recuerdo de la primera vez que vi reír a Felicity.
El “Yeaaahh!” de Bessie Smith.
Un correlimos recorriendo el filo de una ola.
Un millón de estrellas en la Vía Láctea.
Oscuridad total. Las luces de un coche en lo alto de la colina iluminan un pino en una cortina de luz descendente. De nuevo oscuridad absoluta.
Un gavilán planeando.
Una trucha de mar saltando.
Un cormorán sumergiéndose.
Ganar un set 6-0 sin perder un solo punto. Y solo hace cinco años de esto, ahora no podría ni terminar un juego.
El gato lamiendo leche.
Un atardecer rosa.
Nutrias al amanecer.
Fucsias en flor.
Atardecer en el campo de cricket en el último partido de la temporada. La niebla se adentra lentamente.
Te Earl Grey Oolong.
Miles de aves migratorias girando en el cielo sobre el estuario. Un momento una masa oscura, al siguiente se hace invisible con el reflejo de la luz.
La primera caña de la temporada de pesca.
El sudor enfriándose después de haber hecho el amor.
Hígado de cordero frito con ensalada verde.
Mejillones a la mariniere
Estofado de rape
Los hoyuelos de su espalda
Un mújol gris girando en los bajíos del estuario.
Un cigarro liado de Golden Virginia.
Un largo baño caliente.
Gintonic.
Whisky caliente, limón, clavo y miel.
Un cafe expresso Gaggia.
Una cerveza Marstons Pedigree.
Dúo de mirlos cantando.
El coro del amanecer.
Luna llena sobre el agua.
Ternera a la sal en pan de centeno con mostaza y pepinillo
Un martini dry.
Un passing shot de volea.
Te lapsang Souchong.
Manzanos en flor.
Mi estudio en la luz de la mañana.

Pues eso hace cincuenta y me destapo, pongo los pies al lado de la cama y me pongo de pie.
Cientos de punzadas de luz parpadean delante de mis ojos, la bilis sube
desde mi estomago a mi garganta, y una ola de nauseas me hace sentarme de nuevo en la cama, tragando bocanadas de aire. Y entonces otro dia, como este, empieza.












THE SOUNDTRACK OF OUR LIVES "Throw it to the Universe"


Recuerdo que vi en directo hace unos años a The Soundtrack Of Our Lives y me dejaron bastante descolocado. Eran una perfecta maquina de Rock n´roll sueca, un especie amalgama psicodélica de todas las bandas fundamentales de la época dorada del Rock (67-75) Pink Floyd, Rolling Stones, The Who,etc... liderados por una especie de Sacerdote pagano, gigantón, panzudo y con túnica, que en el entorno de la discoteca de costa donde tocaron le daba a todo un toque completamente surrealista, toda una experiencia.
Aparentemente este es su disco de despedida, y tiene todo el sentido el titulo del álbum “Throw it to the universe” que me hace pensar en una especie de capsula espacial, enviada al espacio exterior en búsqueda de nuevas civilizaciones, de nuevos mundos, con la esencia de los años mágicos de la historia del rock condensados en 45 minutos.
Hace unas semanas escuche al periodista músical Paul Morley diciendo algo muy interesante acerca de como ante el miedo, el vértigo que nos da los cambios que se están produciendo de manera acelerada en la cultura popular y ante el miedo que nos da el futuro de la música, nos aferramos a los mitos y fantasmas del Siglo XX: el vinilo como fetiche, la adoración y momificación de de las leyendas del rock( los Rolling Stones celebrando su 50 aniversario como banda, Pixies revival sonando exactamente como en 1989,, los chavales de 15 años repitiendo y fotocopiando a bandas hardcore que solo existieron durante unos meses hace más de 30 años, etc...) en general la repetición y la nostalgia hasta el infinito, ante el pánico que nos produce esta nuevo mundo nos aferramos a un pasado que se desvanece ante nosotros.
Y creo que hay mucho de eso en este disco, desde el artwork del album, formado por montajes de viejas fotos en blanco y negro de manifestaciones de los 60/70, como el espíritu y el ambiente melancólico y cósmico del disco. Supongo que a esa tristeza ante un mundo que se acaba, el disco también respira un aire triste por la propia desintegración de la banda.


ALAN´S WAR
THE MEMORIES OF G.I.ALAN COPE
ESTELAS DEL NUEVO SUEÑO TRANSAMERICANO

por Ariel Pintor.


Hacia años que un cómic no me aferraba el corazón y lo exprimía en su puño; no de esta manera.
Creía que estaba leyendo las memorias del ex-soldado Cope; enviado por EEUU a Europa hacia el final de la 2da guerra mundial, y por lo tanto alguien cuya experiencia y visión del conflicto se me antojaba, en principio, diametralmente opuesta a las fantasías bélicas de un soldado Ryan, o del Sargento Rock, o de cualquier conmemoración ortodoxa y por lo tanto predominantemente sangrienta, de aquellos años en los que el ‘viejo mundo’ parecía estar haciendo todo lo posible por suicidarse.

Creía que la intención de su autor, Emmanuel Guibert era básicamente plasmar los recuerdos de un simpático viejecito de pasado interesante cuan ya lejano. Un viejecito que el dibujante galo había conocido por casualidad un día de verano y con quien, tras entablar amistad, había acordado colaborar para realizar “Alan’s War”, híbrido de cómic, memoria histórica y (faceta esta ya mas inusual, revelada solo hacia el final de las 300 paginas que componen la edición integral) tratado filosófico-existencial.

Creía que iba a leer esta, para definirla a través de esa denominación contemporánea mas bien pedante, novela gráfica, para acto seguido archivarla como enésima lectura efímera, cosa que ocurre a menudo con los comix que leo desde hace ya tiempo. Algo que creo les pasa a bastantes lectores y lectoras de mi quinta, que se beneficiaron de la breve eclosión del medio hacia horizontes mas ambiciosos durante los 70 y 80, antes del apogeo de la era 'internautica'. El Eternauta perdió la contienda.

Vuelvo de los cerros de Ubeda. En cambio, aquí estoy varias semanas después del ya mencionado apretón de corazón, buscando definir porque AW me ha afectado tanto. Eran como las seis de la mañana de un día de fiesta y no conseguía dormir, así que me dispuse a terminar el tomo que llevaba ya unos días entre manos. Algo después, despertaba a mi mujer con un sollozo que simplemente, no lograba contener. Porque el cómic de Guibert me tendió una emboscada, completamente por sorpresa. Intento explicar en que consistió esa emboscada, y me cuesta, sea por lo inesperada que por lo esencial. Esencial, ya que la lectura de este cómic conlleva asimilar la narración de Alan Cope, y también algo mas. Algo mas que definiría como una llamada de atención a nuestra conciencia individual, social e histórica.

Quien dijo pedante. Pero, ¡es cierto! Este cómic, con su aparente sencillez gráfica (tinta a blanco y negro, paisajes a menudo esbozados, figuras enmarcadas por sendos vacíos blancos; simulacro este del limbo de la memoria, quizás) y su benévolo y tranquilo narrador, alberga una profunda sutileza, ya que conduce gradualmente al lector a una reflexión intensamente intimista. Cada paso ulterior por la biografía de Cope nos lleva finalmente hasta la esencia misma del valor que cada uno podemos achacar a nuestros propios recuerdos. Su lectura nos lleva a considerar el modo en que la identidad individual de cada cual queda plasmada a través de los recuerdos. Y eso convierte a este cómic, documento de las memorias de un individuo, en un documento sobre el acto mismo de recordar. Documento que consigue rizar el difícil rizo de permitir al lector mirar hacia adelante, al futuro, a través de una profunda reflexión sobre el pasado.  


El guion de “Alan’s War”, publicada inicialmente entre 2000 y 2008, es el resultado de horas de conversaciones entre Guibert (París, ’64) y el ya fallecido Cope (Alhambra, CA ’25 - París ’99), mantenidas a lo largo de cinco años de amistad que unieron al dibujante francés y el transplantado traductor-interprete-oficial de notaria californiano, quien llego a Europa por mano del tío Sam y decidió intercambiar el sol del Pacifico por el del Mediterráneo.

Con el epígrafe de Cope citando esa obligación civil de juventud, empieza la narración: “Uncle Sam told me…”. Y Guibert traba la primera trampa, ya que el lector prejuicioso como yo enseguida ficha a Cope como el típico yanqui patriota entusiasta. En cambio, a lo largo de esa narración, el soldado Cope sorprende al lector una y otra vez con pequeños actos de curiosidad, ternura y sagaz observación de la variada humanidad que encuentra a su paso. Actos que nada tienen que ver con el patriotismo o la violencia. Sin embargo, la gráfica suave de Guibert no fuerza ninguna perspectiva, no moraliza o se regocija cada vez que desequilibra las expectativas del lector. Descubrimos la riqueza y complejidad de la personalidad de Cope de la misma manera que Alan Cope, 20añero sin complicaciones, se convierte en el Alan Cope cincuentón, con dos tercios de su vida a las espaldas y apenas entonces comenzando a comprender el significado real del dicho ese de “solo se que no se nada”. Como ese ultimo autorretrato de Goya, decidido a seguir aprendiendo a pesar de la vejez: a las puertas del cementerio, pero “aun aprendo”, aun aprendo.

Descubrimos la potencial riqueza del mundo y de la experiencia vital de un individuo, así como la descubre Alan: gradualmente, de manera natural, y ademas sin respuestas claras o moralina barata, al estilo preferido de las fabricas de sueños de hoy en día. En vez que ofrecernos como colofón una sentimental reflexión hollywoodiense (el soldado Ryan en el cementerio de Colleville), es justo cuando Cope alcanza la mediana edad que la cosa se empieza a calentar. Porque lo que nos deja claro esta novela gráfica / histórica / biográfica, es que la historia no la escriben ni vencedores ni vencidos, si no todos los demás. La banda sonora de los grandes cataclismos de la humanidad no es una pomposa zarabanda germánica, si no el creciente e inexorable murmurio de millones de individuos confusos e inciertos. No una coral de banales leyes 'universales', si no un crescendo minimalista compuesto por billones de pequeñas epifanías, encuentros y desencuentros, callejones sin salida, sueños que quizás pudieron ser, brevemente, realidad. Y esa aplastante sensación de que lo que vamos buscando, ya lo dejamos hace tiempo atrás; o quizás este justo a la vuelta de la esquina. O simplemente delante nuestro, donde siempre ha estado.

Esto es lo que dio de si la experiencia vital de Alan Cope, y yo agradezco a Guibert su buen hacer como oyente, no solo como dibujante. Otra cosa que transmite esta obra, es la sensación de que estamos escuchando un dialogo entre amigos. Y esto, sin oír en momento alguno la ‘voz’ del autor, excepto a través de los trazos de su lápiz. Esos trazos que destilan y plasman la empatia de un joven europeo con un anciano norteamericano, para así completar el arco de ese proceso que comienza en la California de los años 40. Un mundo no tan lejano pero que a pesar de ello, parece ya producto de una ciencia-ficción. Otra de las muchas cosas que impactan de “Alan’s War”, cómic del siglo XXI: lo pequeño que se ha quedado el mundo en el poco más de medio siglo trascurrido desde la llegada de Cope y el ejercito estadounidense a Europa. 
Al contrario de la mayor parte de sus compañeros y de los exhaustos supervivientes, ansiosos por entregarse al Gran Sueño americano a cambio de esa frágil paz capitalista en que vivimos, el encuentro con el viejo mundo convierte al despreocupado Californiano en un curioso amalgama de hombre renacentista transatlántico. Empujado por ese dinamismo que caracteriza a tantos de sus compatriotas, moldeado y tallado por las inquietudes existenciales que recogerá en una destrozada Europa, Cope es testigo de la implosión del iluminismo, su transformación en algo mas complejo e incierto. A pesar de ello, puede ver con claridad, la claridad del extranjero, los tesoros que yacen entre las ruinas. Las ruinas de ese viejo mundo, cuna y caudal de la corriente imparable de la Historia, con mayúscula (y con disculpas a Olduvai, Bagdad, Pekin, y otras cunas globales...).

En resumen: pausadamente devastador, como les gusta describir a los ingleses obras que parecen tranquilas, y de repente te atenazan el corazón, sin apenas darte cuenta. Si no sentís un arrebato de estos al alcanzar la resolución de la amistad de Cope con la pareja Gerhart Münch/Vera Lawson, en la que Guibert utiliza un segundo medio gráfico para dar aun mas garra a su reflexión existencial, es que estáis falt@s de vitaminas, o alma, o corazón. Sin duda pongo este “Alan’s War” a la altura de los usuales pilares del genero: Moore, Spiegelman, el “Paracuellos” de Giménez, etc. Avisaos quedáis.



ENCONO
TRIO EQUILATERO
Encono es un power trio de libro, triangulo equilatero y magico.La cosa sin embargo no empezo asi, en un principio era una simple unidad, un punto en el infinito: David Acevedo, antiguo guitarra de Qualude.Despues del proyecto fallido que supuso Miradas Al Norte, decide empezar la casa por los cimientos, empezar de cero en casa, con la computadora y su guitarra, con la idea de hacer temas que no tuvieran nada que ver con su anterior grupo. Energia, brevedad e intensidad eran los patrones. 

Al poco tiempo se une al proyecto Juli (Zener, Ansaldo Tropical) con la idea de tocar el bajo, sin embargo la busqueda infructuosa de un bateria con ganas, tiempo y pegada para el grupo hace que Juli pase a ponerse detras de la bateria. Entra entonces el tercer lado del triangulo que completa este trio: Ivan, bajista silencioso y de sonrisa zen permanente, que ya habia formado parte de Miradas al Norte.


Si eres de los que estas leyendo en busca de las dichosas comparaciones e influencias se podria decir que Encono beben de (o mejor dicho arañan) el Post hardcore clasico de grupos de Dischord y Touch and go(Fugazi, Hoover, Jesus Lizard), las bestias pardas del underground vasco (Dut, Lisabo), sin perder de vista nuevos estandartes de la aridez y el desecanto (Young Widows, These Arms are Snakes..). Todo esto es subjetivo, lo que no hay duda de que en este grupo hay fuego, salitre y desierto desde la provincia de Alacant.


Encono acabar de terminar su primera grabacion de 7 temas, y estan dispuesto a coger carretera y saco de dormir a tocar donde sea y les dejen.

ALOHA / CALE PARKS
MI GRUPO FAVORITO QUE NUNCA HAS ESCUCHADO.
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Siempre me vuelve loco cuando alguien me hace la clásica pregunta de “¿Cual es tu grupo favorito?”. Nunca se muy bien que contestar, y siempre me acaban viniendo a la cabeza los grupos de mi adolescencia: Led Zeppelin, Aerosmith, Guns n´Roses... Aunque muchos de esos discos no los he escuchado en años, me marcaron emocionalmente y es una buena forma de explicarle a cualquier persona que soy un tío “del rock” . Aunque si me pusiera a pensar por un momento (cosa que no hago muy a menudo), tendría que decir que Aloha son mi grupo favorito.


A día de hoy, aunque sigo disfrutando de la música a diario, de pocos grupos me considero fan; fan del tipo que eres cuando tienes 17 años y piensas que los discos están hablándote a ti. Hablando de ti y para ti.
Y Aloha son mi grupo favorito, por diversas razones personales que no vienen a cuento pero que, sin entrar en mucho detalle, tienen que ver con rupturas amorosas y sentimentales, y epifanías de todo tipo producidas por la escucha compulsiva de “some echoes” (su ultimo disco hasta la fecha) durante un horrible y helado invierno inglés. Otras razones son mas objetivas, o al menos a mi me lo parecen, y te vienen más a cuento, querido lector. Canciones con una carga lírica de profundidad, y una belleza expresiva notable. Sensibilidad y destreza musical, sin abusos ni alardes, junto a quizás uno de los letristas y cantantes más personales y poéticos del Indie rock norteamericano, Tony Cavallario. Solo por eso el amigo Cale Parks se merecería una estatua, una con una inscripción que dijera: “Cale Parks, tipo extremadamente flaco y cool, baterías y marimba en Aloha”. Pero es que la cosa no se queda ahí. Cale Parks ha desarrollado una carrera como artista en solitario, en la que hasta la fecha ha publicado dos álbumes y un Ep con un estilo más electrónico y ambiental, música de auriculares y ordenador portátil. Aun así, la belleza lírica y existencial de Aloha está también presente. Por si todo esto que te he dicho fuera poco, este hombre ejerce o ha ejercido de músico de alquiler/mercenario en decenas de proyectos: Yeasayer, White Williams, Passion Pit, Joan Of Arc,etc... vamos, que este tipo se merece una entrevista! Ya te lo digo yo.

La pregunta del millón de dolares! XD ¿Sois Aloha todavía una banda, seguís activos?¿Tenéis planes de hacer gira, quizá un pequeño tour de reunión? Creo que cada uno de vosotros vive en una parte diferente de EE.UU.¿Sigues en contacto regular con los otros miembros? Que están haciendo ahora mismo, ¿siguen involucrados en la música y en grupos?
Aloha no estamos activos ahora mismo, pero no nos hemos separado. Nos tomamos grandes descansos, hacemos otras cosas, familias, carreras, etc.. Siempre compartiremos música juntos. No hay planes de ir de gira por el momento. Los otros miembros tocan ocasionalmente con grupos de donde viven. Seguimos todos en contacto.

¿Consideras Aloha “tu banda”, como cuando uno empieza a tocar con varios grupos, pero siente que pertenece a una banda? Como si fueras parte de una pandilla o algo así, ¿o es simplemente otro proyecto del que formas parte?
Aloha estará siempre en mi corazón. Crecimos juntos pero no hay algo que sea “mi banda”. Hay ciertos músicos con lo que siento una conexión genuina en la vida y en la música. Cuando estoy tocando con esos músicos, soy parte de esa banda.

Pareces siempre muy ocupado, tocando con diferentes grupos, editando discos en solitario, etc.. Resulta bastante difícil seguir la pista de tu carrera artística. ¿A que te dedicas ahora mismo? Me pregunto si el estar involucrado en estos proyectos diferentes es debido a que eres un tipo muy creativo, o si viene de una necesidad de llegar a fin de mes, de ganarse la vida.
Ahora mismo estoy tocando la batería con Yeasayer y componiendo material en solitario. No tengo planes de actuar en solitario o girar otra vez. Soy un músico, es lo que hago, es lo que amo, por eso me involucro tanto. Si me pagan por ello, fantástico. Tocar con solo las tres mismas personas toda tu carrera puede ser monótono y limitador.

¿Eres músico profesional a tiempo completo o tienes que hacer algún trabajo extra cuando no estas de gira? ¿Te ves a ti mismo trabajando como un músico de gira o tocando en bandas en 15/20 años?
Soy ahora mismo un músico a tiempo completo, profesional y adulto, aunque algunas veces, te toca hacer trabajos extra, son cosas que pasan. Por supuesto que me veo tocando en 15/20 años!

Aunque Aloha no sea la banda más popular del planeta, de hecho creo que estáis totalmente infravalorados, parece que tenéis un grupo de fans extremadamente leal. Por mi experiencia, la poca gente que escucha vuestros discos, creo que, como yo, sienten una fuerte conexión emocional con la banda. No es el tipo de música que escuchas de fondo o del que dices “no están mal”. Es el tipo del que te consideras fan. ¿Cual crees que es la razón? ¿Has pensado alguna vez sobre ello?
Creo que hicimos/hacemos música muy buena. Soy feliz de que a la gente le guste. No es mi función decir porque alguien conecta con algo. En este caso, yo solo ayude a crear ese algo.

Pregunta de freaki de la batería: Tu eres uno de mis baterías favoritos de la actualidad, creo que tienes una técnica increíble y al mismo tiempo eres muy original y único en la forma en que tocas el instrumento. Pero escuchando tus discos en solitario, que están bien y me gustan, estos están más orientados hacia la música electrónica/ambiental, especialmente el ultimo. Y bueno, me pregunto si es que estas aburrido del instrumento, ¿o todavía sigues disfrutando dándole a la batería? ¿Has pensado hacer un disco en solitario centrado más en baterías acústicas, más “rock”?
Gracias, hombre. Nunca me aburrirá tocar la batería. Me enamoro de ella cada vez que me siento detrás de un kit. Sin embargo, escuchar a baterías rock para mi es diferente a tocar. Los baterías rock resultan con frecuencia aburridos de oír. Hay veinte baterías de rock que me inspiran y la mayoría de ellos son de los años sesenta y hasta los ochenta.
Y luego, yo vengo de un pasado Jazz. La rítmica, la precisión y las capas y en general, todas las posibilidades que ofrece la música electrónica, son simplemente más interesantes que la forma de tocar la batería contemporánea. Cuando compongo mi música en solitario, desconecto de Cale el batería. No me siento e intento componer un ritmo rock molón, nunca. Yo prefiero crear una variedad tonal y ambiental con el teclado. Muchas veces hago ritmos electrónicos y a veces sin ningún tipo de ritmo. En otras ocasiones mezclo electrónica y baterías acústicas.
Algunos de mis baterías favoritos: Jack DeJohnette, Bill Bruford, Phil Collins, Elvin Jones, Stewart Copeland, Michael Shrieve, Tony Allen, Roy Haynes, Jeff Porcaro, Mick Fleetwood.

Para terminar podrías recomendar un disco, una película y un libro que hayas disfrutado últimamente:
Disco : Brian Eno, “Another Green World” ha estado en rotación otra vez ultimamente.
Película : "Withnail & I", una de mis películas favoritas, vuelvo a ella en días lluviosos.
Libro: “Chic. Everybody dance : The politics of disco”



Numero 3 ya "en las calles" con entrevista a Cale Parks de Aloha, articulos sobre Ian Breakwell y "Alan´s War" y mis chorradas habituales. Ponte en contacto si estas interesad@.
THE CORAL REEF.
LABERINTOS Y ESCAPATORIAS
Si tuviera que destacar la obra artística que más me ha impresionado en los últimos tiempos, no me inclinaría, como hubiera sido habitual en otro momento por un disco, libro o película, sino que tendría que decir que fue la instalación “The Coral Reef”(“El arrecife de coral”) de Mike Nelson(Loughborough, 1967). Tal vez porque no conocía nada acerca de la obra, fui a verla sin ningún tipo de expectativa o prejuicio, sea la razón que sea, pero hacia tiempo que no me sentía así de aturdido, noqueado, con la mente dando vueltas, sin entender muy bien del todo lo que acababa de ver, pero sabiendo que lo acababa de vivir, era algo profundo y real.
 

 
























¿ Y que es “The coral reef” ?
Básicamente se podría definir como una instalación laberíntica, en la que después de atravesar la puerta de entrada, donde no recibimos ningún tipo de información o aviso aparte del titulo de la obra, vamos atravesando puertas y entrando en una serie de habitaciones prácticamente vacías. Solo pequeños detalles en cada una de ellas que te hacen imaginar todo tipo de situaciones : una pipa de crack sobre una vieja caja de fruta, un saco de dormir arrugado en un rincón, una mascara de payaso y una ametralladora, monitores de circuito cerrado de televisión emitiendo ruido blanco en una especie de estación de radio abandonada, ruedas de coches amontonadas, propaganda comunista , una estación de mini-taxis clandestina, la recepción de un hotel mugriento...habitaciones de transito, de paso.... Cada una sin ningún tipo de relación con la otra, como si de repente hubieras atravesado a otro mundo diferente o estuvieras viajando a través de un sueño. Todo esto crea una tensión brutal, como si de repente hubieras entrado en un sitio peligroso y hubiera una amenaza latente apunto de saltar sobre ti. Un detalle genial y que hace que la sensación de claustrofobia y confusión sea aun más grande, es que la misma habitación esta repetida exactamente en dos diferentes puntos del laberinto, por lo que de repente te sientes totalmente perdido y lo único que quieres es encontrar la salida. Además si tienes la suerte de verla en un día tranquilo en el que no hay nadie, entras en una especie de trance, como si estuvieras en un mundo apocalíptico o dentro de una película de miedo. En el momento que de repente alguien aparece en una de las habitaciones te da la impresión de que es un enemigo o una amenaza, dudas si forma parte de la exhibición o quizá de repente la historia de terror se ha hecho realidad y ese desconocido se te va a lanzar al cuello o te va acabar atacando con un cuchillo.




¿Pero porqué “El arrecife de coral”? Después de haberme sumergido en el laberinto, sentado en uno de los bancos del museo aun medio en trance, mi cabeza no hacia mas que dar mil vueltas, sin poder realmente entender el porqué, el significado. ¿Que es lo que quería decir el artista con este titulo, con esta obra? Supongo que el titulo no hace mas que añadir un poco mas de confusión al inocente espectador que se puede esperar cualquier cosa, menos lo que se encuentra al atravesar la entrada. Según Mike Nelson el titulo “viene a indicar un compleja aunque frágil estructura de creencias que existen bajo la superficie de una prevalente estructura ideológica, el capitalismo” y “todas estas doctrinas – ya sean religiones mayoritarias o minoritarias, o tengan que ver con formas de vida derivadas del consumo de drogas o alcohol- promueven cierta idea de escapismo(...) Al final las ideas escapistas te acaban atrapando, lo que The Coral reef acaba haciendo también. Tu acabas atrapado dentro de un laberinto de pasillos y habitaciones mientras intentas encontrar la salida. Pero por supuesto, tu también estas atrapado en una estructura predominante que se asienta sobre ti”. 
 

El acierto y la extraña belleza de “The Coral Reef” es que no necesita de contextualización o de explicación intelectual para ser entendida o al menos para ser sentida. Tenemos tantos prejuicios y tópicos metidos en nuestra forma de pensar gracias a todas las películas, televisión, noticias, etc... que unas simples habitaciones prácticamente vacías, con solo colocar algunas referencias y detalles fuera de lugar o extraños hacen que nuestros defensas y prejuicios se pongan en guardia. Y sobretodo la cultura del miedo dominante en la sociedad occidental desde el 11 de septiembre, y acentuada aun más con la crisis económica del 2008, nos ha convertido en pequeñas maquinas de pánico, siempre alerta, siempre asustados de lo desconocido, de lo que no comprendemos, sobretodo si esta escrito en un idioma extraño, o peor aún, en árabe.

 FLYINGPIGMATANZA.
LOS BUENOS MOMENTOS

Hay una fotografía en el Myspace de “Los Flying” que me parece define perfectamente a estos tipos. En ella se les ve tocando al aire libre, dándolo todo mientras fuegos artificiales estallan en la noche alicantina. Creo que en esa imagen, si miras bien, puedes entender y descifrar a esta banda: intensidad y poesía, belleza y melancolía sobre un fondo nocturno de la noche mediterránea que te llama con sus fuegos de artificio.
Personalmente pienso que es una de las mejores bandas que ha parido la terreta en mucho tiempo y se merecerían un poco más de reconocimiento a todos los niveles, y no lo digo por que sean mis amigos. Pocas canciones me han puesto los pelos del cuello de punta últimamente como lo han hecho “Inocentes” “Una mesa llena de papeles” o “Inercia”, de su nuevo disco “Los buenos momentos” que esperemos sea editado por algún valiente en breve. Aquí os dejo con una entrevista que les hice recientemente, vía email. Pegadles una escucha en su bandcamp mientras leéis esto si podéis, hacedme el favor.(n. de r: el disco fue publicado finalmente por Bcore disc, podéis comprarlo aqui)

* El disco, ya os lo dije personalmente, me parece un disco cojonudo con un montón de hits en potencia, y desde que sacasteis la primera demo, me ha parecido injusto, que con lo buenas y accesibles en mi opinión que son vuestras canciones, y sobretodo escuchando las mierdas que hay por ahí rondando en el panorama nacional, no hayáis llegado a un público más amplio. Así que me gustaría saber que que expectativas tenéis con el disco ¿Cuales son vuestro planes? ¿A donde os gustaría llegar como banda??
Marcos: ¿Cuales son nuestros planes? La verdad, eso es lo que llevamos preguntándonos los últimos años. Nuestros planes son, mas o menos, tocar cuanto mas mejor y disfrutar de las cosas que se ofrecen por el camino, ya sabes, conocer gente, viajar con amigos, salir de nuestras rutinas.
Como banda nos gustaría llegar a ser autosuficientes a la hora de buscar conciertos, llegar a poder financiar totalmente este proyecto con los ingresos del grupo,es decir, no tener que gastar dinero de tu bolsillo cada vez que sales a tocar por ahí. En principio eso estaría muy bien.

*El panorama en España a nivel musical parece un poco mortecino, da la impresión de que no compra discos nadie, cada vez hay menos sellos de cualquier tipo así que me pregunto esperáis que os edite el disco algún sello profesional, pensáis autoeditarlo, o quizá regalarlo en internet?
Marcos: Nuestra intención es mandarlo a algún sello, a ver si responden. Pero tampoco es una prioridad, si sale algo, bien, si no, lo autoeditaremos como hicimos con la primera grabación.
Lo de regalarlo por internet también es una opción. Ahora prácticamente todo el mundo escucha la música desde su ordenador, por lo tanto es un modo fácil y directo de llegar a la gente.
*Todos en la banda, si no me equivoco, rondáis o pasáis los 35 años. ¿Veis Flyingpigmatanza como la ultima oportunidad de entrar en el circuito (semi-) profesional? Veis un futuro en la música más allá de este disco y este proyecto?
Marcos: No, en absoluto vemos este proyecto como un último cartucho que disparar para alcanzar un lugar en el circuito semiprofesional. La ilusión por vivir de esto hace ya muchos años que dejó de ser algo importante. No quiero decir con esto que es algo que no nos gustaría conseguir, si no mas bien que no es lo que nos mueve y nos motiva a seguir adelante.
Referente a la segunda cuestión. Pues a mi, personalmente, me gustaría pensar en Flyingpigmatanza como un proyecto de larga distancia y que llegue hasta que se nos quede el cerebro seco de ideas o que no nos apetezca mas tocar juntos.
¿Vemos un futuro mas allá de este disco y este proyecto?, Creo que tenemos bastante claro, a estas alturas, después de todo el tiempo que llevamos tocando en grupos, que siempre va a estar con nosotros esa inquietud por hacer música, y puedo imaginarme fácilmente con 50 años haciendo lo mismo, de la misma manera que ahora.
Héctor: Lo pureta no quita lo valiente.

*Siguiendo un poco con el tema de la edad. ¿Creéis que hay un relevo generacional en los grupos de rock/pop? Lo digo porque a mi me da la impresión algunas veces que el rock se ha convertido en algo para gente de veintitantos, treintaitantos que crecimos y maduramos con la cultura rock, pero me parece que los chavales en este mundo postmoderno y cibernético no tienen mucho interés en la música, es algo secundario, como de fondo. ¿ Que os parece a vosotros?
Marcos: No lo tengo tan claro, lo de que sea algo secundario. Creo que la juventud sigue teniendo interés por la música, lo que pasa es que la manera de consumirla a cambiado completamente. El otro día escuché un comentario de un chaval de 20 años acerca de ACDC, dijo " me gusta mucho este grupo, tengo más de 170 canciones de ellos en mi ordenador". Me dejó a cuadros, y pensé en lo diferentes que son nuestra generaciones. Nosotros coleccionábamos discos, decíamos ¿Tienes el primer disco de este ? Esto a desaparecido, ellos consumen canciones que guardan en discos duros de un modo, a mi parecer, compulsivo y un tanto superficial.

*Me llaman mucho la atención tus letras, lo poéticas y literarias que son algunas, me gustaría saber si lees mucho y si hay algún escritor o poeta que consideres una influencia directa a la hora de escribir
Marcos: He de decir, con bastante vergüenza, que no leo mucho. Se podría decir que es una asignatura pendiente desde hace tiempo. Sin embargo, gracias a algunos amigos, como Jorge, he podido descubrir poetas totalmente desconocidos para mi, como Ángel Gonzalez, que me gusta mucho, y hace poco, Miguel me descubrió a José Hierro que, también, me parece muy grande. Luego, en casa he tenido acceso a infinidad de libros, mis padres, al contrario que yo, siempre han sido grandes lectores.

* Y musicalmente ¿Cuales son vuestras influencias?
Marcos: La música que mas me ha influenciado a la hora de componer, paradójicamente, no es la que escuchaba cuando empecé a descubrir grupos por mi cuenta y, en cierto modo, a formarme como músico al comienzo de los años noventa, ya sabes, Sonic Youth, Pixies, Yo la tengo, etc.. , si no mas bien la que oia cuando era pequeño en casa de mis padres y en la radio. Siempre me he identificado con esos grupos con sonido oscuro tan característicos de los ochenta. Todavía recuerdo una cinta que tenia mi padre, era de los Smiths y la escuchaba a todas horas. Me gustaban también grupos como Eurythmics, Tears for fears y en general casi toda esa música que salia a través de las emisoras de radio. También me gustan mucho los Cure y, bueno, un montón de grupos, como los que he mencionado antes, entre otros.

*Dos de los tres componentes de Flyingpigmatanza tocabais en Qualude, y me resulta curioso lo diferentes que son los dos grupos: Pasantes del complicado y arisco Postrock de Qualude y los comienzos de Flyingpigmatanza, a canciones pop cortas, accesibles, tarareables ¿Porque ese cambio? ¿Fue algo premeditado o fue algo que surgió de manera natural?
Marcos: Principalmente, la diferencia radica en que Qualude era un grupo como más instrumental. Dedicábamos muchas horas de local centrándonos, sobre todo, en la música, las voces eran como algo secundario. Flying es un poco lo contrario, no es que no dediquemos tiempo a las canciones, si no mas bien que ahora curramos en casa el grueso del asunto y en el local terminamos de empastar las cosas.
Hay que tener en cuenta que en Qualude tocaba la batería y en Flying toco el piano y canto, luego lo que realmente hay de Qualude en Flying es el bajo y, bueno, la mentalidad de power-trio del grupo.
Lo de si fue algo premeditado, no desde el punto de vista de hacer algo para comernos el mundo. Flying empezó siendo un proyecto en solitario. Más que canciones era algo bastante improvisado, ya sabes, juntas partes que vas repitiendo pero que nunca tocas del mismo modo. Lo que hizo que diera ese giro hacia canciones cortas y más accesibles fue que entró en mi casa un ordenador y empecé a darle forma a todas las improvisaciones que por ahí tenia y, bueno, puede que algo de premeditación si que tuviera, la verdad es que después de 13 años con Qualude, con infinidad de partes y complicaciones varias, lo que más apetecía era hacer algo que me permitiera, sobre todo en el directo, disfrutar sin tener que contar. ¡ Acabé hasta los huevos de contar partes y más partes!

*¿ Consideráis vuestra música “comercial”? A veces me da la impresión que esa supuesta “comercialidad” os a cerrado algunas puertas con gente, sellos, salas que apreciaban Qualude, pero sin embargo ven el nuevo grupo como demasiado “popero” y quizá estáis un poco en tierra de nadie demasiado pop para la escena punk/hc y demasiado extraños para Radio 3 y demás ¿ o quizá Estoy yo flipando?
Marcos: Es cierto que por la formación que llevamos, sobre todo por el piano, y por hacer canciones centradas en melodías de voz, la gente enseguida tiende a catalogarte como una banda comercial, sinceramente, no creo que lo seamos. Y si, es cierto que algunas personas lo ven con cierta reticencia en el circuito que nos movemos. La gente tiene demasiados prejuicios, no lo critico, yo también los he tenido, pero una de las cosas buenas que tiene pasar la treintena, al menos en mi caso, es que un montón de tonterías que tenias en la cabeza de repente desaparecen.